Existe un mundo de información "sepultada" en los textos no estructurados. Las organizaciones tienen la oportunidad de tomar mejores decisiones, más fiables y más exactas, cuando se incorpora esta información en la toma de decisiones.
Dicho de otra forma, las organizaciones que miran sólo sus datos estructurados están perdiendo muchísima información para el proceso de toma de decisiones, ya que sólo están utilizando una fracción de la información de que disponen.
¿Qué información se oculta dentro de la información no estructurada?
Pero quizás la mayor oportunidad de la información no estructurada está en la capacidad de combinarla con la información estructurada. Por ejemplo, la combinación de un cliente con todos sus e-mails.
Veámoslo con un ejemplo. Tenemos la siguiente información estructurada sobre un cliente: profesión, domicilio, datos familiares, compras a nuestra empresa por un valor muy alto. Este cliente nos hace un nuevo pedido, pero el pedido llega a la dirección equivocada y tras un largo rodeo llega a su casa estropeado. El cliente nos envía un e-mail quejándose sobre la situación. En este caso, la correlación de información estructurada (cliente muy bueno) y no estructurada (está muy enfadado por el último pedido) es vital.
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